Palabra que define esta planta: posesividad.
Responde a personas que confunden el amor con la posesividad, piensan demasiado en los demás y les cuesta darse a los demás. Necesitan y exigen mucha atención y sufren por el desamor, viven una gran carencia afectiva y eso les hace sentir que dan mucho y reciben poco a cambio. Siempre esperan "el cambio".
Quieren a los otros bajo su poder y para ello los manipulan: les utilizan, discuten con ellos, les castigan con el látigo y su amor está reprimido, es un interés egoísta. Son egósitas, manipuladores y su frase descriptiva es ”con todo lo que he hecho por ti, así me lo pagas?”.
Son vampiros afectivos.
Si no consiguen esa atención se aíslan, se entristecen y martirizan.. Crean relaciones insanas en el que uno vampiriza, domina y el otro se somete frustrando sus deseos.
Con la esencia la persona se vuelve más generosa y capaz de dar al otro sin ahogarlo. Chicory nos enseña el amor auténtico, generoso y sin apego. Nos ayuda a "soltar" lo que se retiene sin miedo a quedarnos sin.
"Madre Universal", la que no espera nada a cambio. Dejar a las personas que queremos en libertad.
Nos ayuda físicamente para todo aquello que supone una retención o congestión como los resfriados, sinusitis, problemas circulatorios y de retención de líquidos, estreñimiento,
Chicory nos recuerda que es bueno dar con simpatía y alegría pero a quién lo desee. Date entonces a ti mismo, date libertad e independencia para poder dárselo a otros.