SI tienes a tu madre bien integrada en ti, brillarás!

Porque una imagen vale más que mil palabras...



La sabiduría femenina es la sabiduría de la Tierra


“La medicina occidental sigue el modelo físico de causa-efecto de Newton, que considera el cuerpo como una máquina que se estropea y hay que arreglar. Este paradigma es útil en caso de accidentes o de enfermedad aguda, aunque incluso las enfermedades y los accidentes pueden ser interpretados como un toque de atención para que despertemos”.

“Sí, la sabiduría femenina es la sabiduría de la Tierra. La sabiduría de las estaciones, de la Luna creciente y menguante. Es la sabiduría de entender que la necesidad de descanso y reflexión es tan importante como la necesidad de actividad. Es la sabiduría del cuidado y la ternura, del deseo y la certeza de nuestro poder para manifestar nuestros deseos si estos nos emocionan. Es la sabiduría de los sueños y la intuición. Los hombres la tienen también, pero se les ha enseñado a ignorarla; a las mujeres, en cierto modo, también, pero eso está cambiando ahora”

Christiane Northrup es una de esas autoras a la que millones de mujeres en todo el mundo le debemos mucho porque sus libros ayudan a entender mejor nuestro cuerpo en conjunto, más allá de los órganos físicos, a descubrir el significado de las etapas femeninas y respetarlas, a rescatar del olvido la intuición y a volver a conectar con la fuerza y la creatividad latentes en el interior de cada una.


 ¿Pueden las enfermedades considerarse como un lenguaje del alma?
Absolutamente, el cuerpo no puede ser engañado. Cuando estamos fuera de sintonía con nuestra alma, el cuerpo nos lo hace saber. Cuando vemos los trastornos de esa manera, nuestra percepción se amplía, y dejamos de pensar en términos de «¿Qué he hecho yo para merecer esto?», «¿Por qué a mí?»…
¿Cómo se integra esto en el actual paradigma de la medicina?
La medicina occidental sigue el modelo físico de causa-efecto de Newton, que considera el cuerpo como una máquina que se estropea y hay que arreglar. Este paradigma es útil en caso de accidentes o de enfermedad aguda, aunque incluso las enfermedades y los accidentes pueden ser interpretados como un toque de atención para que despertemos. Para mí la clave es: si algo te duele, busca ayuda, pero, al mismo tiempo, hazte la siguiente pregunta: «¿Qué está pasando en mi vida ahora? ¿Está mi alma enviándome algún mensaje?»
Enseña a las mujeres a mirar hacia dentro, a hacerse preguntas…Habitualmente no sabes de qué va una enfermedad hasta que la has superado, pero yo siempre he preguntado a mis pacientes: «¿Qué está pasando en tu vida ahora?». Y esta pregunta siempre proporciona información fiable sobre las causas ocultas de la enfermedad. Por ejemplo, los dolores menstruales y el síndrome premenstrual —trastornos muy comunes— suelen estar relacionados con mucha actividad externa, mala alimentación y poco tiempo para una misma, para cuidarse y vivir un ritmo más pausado. Como me decía una mujer: «Cuando pregunto a mi dolor de vientre qué me quiere decir, la respuesta es: “Toma un baño y descansa”. Y cuando lo hago, los dolores desaparecen».
Usted considera la salud y la enfermedad como el fruto de numerosos factores, no sólo personales y emocionales, sino culturales y de género. ¿En qué hemos avanzado y en qué hemos retrocedido las mujeres?
Las mujeres hemos avanzado claramente en el terreno sexual, en el que ya ejercemos el derecho a una vida sexual plena y gozosa. Hemos redescubierto el papel del clítoris en el orgasmo femenino. Hay, por tanto, una conciencia global sobre el horror de la mutilación genital femenina. Por otra parte, hemos retrocedido en términos de imagen corporal. Demasiadas mujeres pasan hambre para poder alcanzar el ideal actual del cuerpo femenino. También hemos perdido poder en el ámbito de la salud, con una medicación innecesaria para
procesos naturales, como son el embarazo, el parto o la menopausia.
¿Por qué cree que los procesos femeninos naturales a veces se “tratan” como si fueran enfermedades?
Las creencias erróneas sobre el cuerpo femenino provienen del mito del patriarcado, que establece que el hombre es superior y la mujer inferior. La Inquisición y el inicio de muchas religiones revelan una profunda incomprensión y miedo hacia el poder femenino. Se estima en nueve millones las mujeres, principalmente comadronas, sanadoras y herboristas, acusadas de brujas y quemadas durante la Inquisición. No sé si se encontró alguna, pero la simple acusación era suficiente para quemar a una comadrona o una sanadora. Se han escrito muchos libros sobre esta historia y el modo en que sus efectos han reverberado a lo largo del tiempo.
¿Cree que las mujeres, al tratar de demostrar que valemos igual que los hombres, nos hemos dejado algo valioso por el camino?
Absolutamente. Conozco esta pérdida porque la he experimentado yo misma, especialmente cuando era residente de ginecología y mis hijos eran pequeños. ¡Pero entonces desperté! En muchos casos hemos perdido la conexión con nuestra propia magia, que viene del cuerpo, símbolo mismo de la Tierra. Hemos perdido la conexión con la naturaleza, con la luna y las mareas. Pero para recuperar esta magia todo lo que tenemos que hacer es recordarla, honrarla, dedicar un momento a experimentar su bálsamo. Nuestros cuerpos son muy agradecidos. Y cuando una mujer reclama su poder y su magia única —a través de conectar con nuestra sabiduría corporal— todos se benefician: hombres, mujeres, niños y la Tierra.
Los títulos de todos sus libros contienen la palabra “sabiduría”. ¿Cree que hay una sabiduría femenina?
Sí, la sabiduría femenina es la sabiduría de la Tierra. La sabiduría de las estaciones, de la Luna creciente y menguante. Es la sabiduría de entender que la necesidad de descanso y reflexión es tan importante como la necesidad de actividad. Es la sabiduría del cuidado y la ternura, del deseo y la certeza de nuestro poder para manifestar nuestros deseos si estos nos emocionan. Es la sabiduría de los sueños y la intuición. Los hombres la tienen también, pero se les ha enseñado a ignorarla; a las mujeres, en cierto modo, también, pero eso está cambiando ahora.
Han pasado doce años desde la publicación de su primer libro. ¿Cuál ha sido la respuesta de las mujeres? ¿Qué balance podría hacer?
La respuesta me reconforta. Oigo de mujeres en todo el mundo que encontraron “Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer” justo cuando lo necesitaban, y que cambió sus vidas. Lo que más me emociona es cuando las mujeres me dicen: “Cuando leí el libro, sentí como si pusieras en palabras lo que yo sentía. Nunca escuché a un médico diciéndolas”. Me resulta maravilloso que el libro ayude a las mujeres a confiar más en sí mismas. No soy un gurú. Quiero que las mujeres conecten con su autoridad interna y su verdad personal. Y esa es la esencia del feminismo.
 

Flor de Bach para la necesidad de perdonar y perdonarse: Pino

 

 
 
 

Pino o Elixir Floral Pine

Palabra que define esta planta: perdón
 
 
Responde para aquellas personas que siente culpa, que se acusan a sí mismos. Incluso cuando algo les sale bien, siempre podrían hacerlo mejor. Trabajan mucho y sufren por los errores que se atribuyen. Se auto castigan, se censuran sienten mucha tensión emocional y hacen grandes esfuerzos por mejorar su forma de ser. Esto les impide gozar más de la vida. Sienten que no merecen el Amor porque como dice Bach "no han llegado a entender que reprocharse a uno mismo es ir contra la Universal creación de Amor". Se debilitan interiormente por la culpa, y en ese estado el entorno los puede percibir como personas incapaces de hacer con sencillez cualquier cosa porque siempre están acusando de forma equivocada. 

 
La transformación de Pine permite aprender a perdonarse, a aceptarse con sus errores y culpas. Se muestran con más responsabilidad de lo que deciden cargar. Ganan en tenacidad y humildad. Dejan de enfermar por el sentimiento de culpa.
Pine nos recuerda que quien pide perdón es porque se siente culpable. Necesitamos liberarnos de esta emoción y explorar otros campos sin la culpa.  
 
Invoca en tus meditaciones diarias a Kwan Yin, Diosa de la Misericordia, Perdón y Compasión y siento que eso está dentro de ti..
 
Mantra: Kwan Seum Bossal

Flor de Bach para la necesidad de ponerse límites: Olmo




 
 
 
Olmo o Elixir floral Elm


 Palabra que define esta planta: límites
 
Responde a aquellas personas que de manera ocasional sienten incapacidad para seguir con lo que se han propuesto. Hacen un buen trabajo, siguen su vocación pero se sienten descorazonados antes una situación difícil. Pueden ver que el esfuerzo que emplean no es parejo al resultado que obtienen, les pesa demasiado la responsabilidad.. Sienten que están en un momento crucial puesto que un error les puede perjudicar seriamente. Se sienten agotados con mucho esfuerzo por mantenerse en un nivel óptimo de energía, en parte porque tienen una imagen de sí mismos de sobreestima. La caída viene cuando ven que no pueden cumplir con su ideal.

La transformación de Olmo permite que la persona sea capaz de asumir responsabilidades coherentes con sus posibilidades y delegar.

 
 
Olmo nos recuerda  que nos saturamos porque nos exigimos más de lo que en realidad podemos hacer.
 
Si sientes que vives en este patrón mental, te puedes acompañar mejor con unas meditaciones diarias invocando a Tara Verde, la representación de la Iluminación de lo Femenino divino en nuestro interior.  Nos acompaña diciéndonos..
 
 "Empieza a delegar, Pide a otros incluyéndome a mi, que te ayuden, en vez de tratar de hacerlo todo solo.."
 
Mantra: Om Tare Tutare Ture Soha.