Me doy permiso para...



Me doy permiso para...  
 



Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad, presiones o violencia. No acepto ni la brusquedad ni mucho menos la violencia aunque vengan de mis padres o de mi marido, o mujer. Ni de mis hijos, ni de mi jefe, ni de nadie. Las personas bruscas o violentas quedan ya, desde este mismo momento fuera de mi vida.


Soy un ser humano que trata con consideración y respeto a los demás. Merezco también consideración y respeto.
Me doy permiso para no obligarme a ser “el alma de la fiesta”, el que pone el entusiasmo en las situaciones, ni ser la persona que pone el calor humano en el hogar, la que está dispuesta al diálogo para resolver conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan. No he nacido para entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme yo: no he nacido para estimularles con tal de que continúen a mi lado.
Mi propia existencia, mi ser; ya es valioso. Si quieren continuar a mi lado deben aprender a valorarme. Mi presencia ya es suficiente: no he de agotarme haciendo más.
Me doy permiso para no tolerar exigencias desproporcionadas en el trabajo. No voy a cargar con responsabilidades que corresponden a otros y que tienen tendencia a desentenderse. Si las exigencias de mis superiores son desproporcionadas hablaré con ellos clara y serenamente.
 
Me doy permiso para no hundirme las espaldas con cargas ajenas
Me doy permiso para dejar que se desvanezcan los miedos que me infundieron mis padres y las personas que me educaron. El mundo no es sólo hostilidad, engaño o agresión: hay también mucha belleza y alegría inexplorada. Decido abandonar los miedos conocidos y me arriesgo a explorar las aventuras por conocer.
Más vale lo bueno que ya he ido conociendo y lo mejor que aún está por conocer. Voy a explorar sin angustia.

Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente. No soy perfecto, nadie es perfecto y la perfección es oprimente. Me permito rechazar las ideas que me inculcaron en la infancia intentando que me amoldara a los esquemas ajenos, intentando obligarme a ser perfecto: una mujer sin fisuras, rígidamente irreprochable. Es decir: inhumana.



Asumo plenamente mi derecho a defenderme, a rechazar la hostilidad ajena, a no ser tan correcto como quieren; y asumo mi derecho a ponerles límites y barreras a algunas personas sin sentirme culpable. No he nacido para ser la víctima de nadie.

Me doy permiso para no estar esperando alabanzas, manifestaciones de ternura o la valoración de los otros. Me permito no sufrir angustia esperando una llamada de teléfono, una palabra amable o un gesto de consideración. Me afirmo como una persona no adicta a la angustia. Soy yo quien me valoro, me acepto y me aprecio. No espero a que vengan esas consideraciones desde el exterior. Y no espero encerrado o recluido ni en casa, ni en un pequeño círculo de personas de las que depender.

Al contrario de lo que me enseñaron en la infancia, la vida es una experiencia de abundancia. Empiezo por reconocer mis valores, Y el resto vendrá solo. No espero de fuera.

Me doy permiso para no estar al día en muchas cuestiones de la vida: no necesito tanta información, tanto programa de ordenador, tanta película de cine, tanto periódico, tanto libro, tantas músicas. Decido no intentar absorber el exceso de información. Me permito no querer saberlo todo. Me permito no aparentar que estoy al día en todo o en casi todo.

Y me doy permiso para saborear las cosas de la vida que mi cuerpo y mi mente pueden asimilar con un ritmo tranquilo. Decido profundizar en todo cuanto ya tengo y soy. Con lo que soy es más que suficiente. Y aún sobra.

Me doy permiso para ser inmune a los elogios o alabanzas desmesurados: las personas que se exceden en consideración resultan abrumadoras. Y dan tanto porque quieren recibir mucho más a cambio. Prefiero las relaciones menos densas.

Me permito un vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro en su juego.

Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtica. No me impongo soportar situaciones y convenciones sociales que agotan, que me disgustan o que no deseo. No me esfuerzo por complacer. Si intentan presionarme para que haga lo que mi cuerpo y mi mente no quieren hacer, me afirmo tranquila y firmemente diciendo que no. Es sencillo y liberador acostumbrarse a decir “no”.

Elijo lo que me da salud y vitalidad. Me hago más fuerte y más serena cuando mis decisiones las expreso como forma de decir lo que yo quiero o no quiero, y no como forma de despreciar las elecciones de otros. No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo estoy; si un día señalado del calendario es socialmente obligatorio sentirse feliz, yo estaré como estaré.

Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo “normal” y lo “anormal” en mis estados emocionales lo establezco yo. 
 
 
 

Autor: Joaquín Argente

Mujer Tierra: cuéntales...

A tu amor, a tu amigo, a tu hermano, a tu padre…
 


Cuéntale que eres cíclica, que tus hormonas en el mes cambian y con ellas tu ánimo.
Cuéntale que durante tu menstruación estas más sensible y receptiva, que necesitas quietud para escuchar tu corazón, tiempo para dormir, para mirar a la Luna.
Cuéntale que necesitas llorar las tristezas del mes, que necesitas vaciarte, encontrarte, recuperar tu centro y trascender limitaciones.


 Cuéntale que tu sangre es roja y no azul, cuéntale que con su amor y aceptación puedes volver a tu esencia y puedes volver más fuerte, que no tenga miedo, que no quieres ser mas fuerte y competir con el. Cuéntale que tu fuerza es diferente y necesaria, que siendo autentica puedes apoyarle, para que como hombre se encuentre y ocupe su lugar y de esta manera podamos vivir como mujeres y hombres auténticos, y quizás así podamos sembrar una tierra de amor y respeto entre seres humanos. Cuéntale...

 
                                            

 
                                                                                                             Mujer Tierra

Mujeres en círculo, Temer a la loba

 
Temer a la loba
entre colmillos mansos.
Temer al bosque
lugar sagrado
de mi convertibilidad....


Loba sin mar
ojos de rosa agridulce.
Loba como las aves
que cruzan el continente.
Loba dantesca.
Loba de los cuadros azules.
Ojos azules.
Patas azules.
Loba que despierta
para recibir su velo.
Loba que recrea
su Polo Norte con espasmos.
Loba que nació
con su mujer al lado.






 
                                                    -Natalia Litvinova- Bielorrusia-

                                                                                            "Mujeres en Círculo"

ORACIÓN DE LAS MUJERES GUARDIANAS DE LA MADRE TIERRA.

 



Mi corazón de mujer es rociado con el dulce néctar de sanación que la Madre Cósmica me entrega.
En este momento soy parte del Círculo Sagrado de Mujeres de Luz, y unida a mis hermanas, activo mi fuerza espiritual para irradiar energía amorosa a través de mis manos y mi conciencia.
 
Te pido Madre Cósmica que bendigas mis manos y las manos de mis hermanas en todo el mundo para poder canalizar aquí y ahora tu Luz Sanadora hacia la Madre Tierra.
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu paz. 
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu Luz.
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu Amor.
 
Ayúdanos a despertarnos como Mujeres Sagradas, guerreras del Amor, defensoras de la Vida.
Acompañada por la Fuerza espiritual de todas mis hermanas envuelvo a la Tierra en una Luz intensamente Violeta y la limpio de todas las heridas.
 
Libero en este instante su dolor y sufrimiento y envuelvo a la Tierra en una serena Luz Rosada, llenando de vibración amorosa cada rincón de este planeta.
 
El poder gestante de mi útero se une al poder gestante de los úteros de mis hermanas, y entre todas formamos un círculo sagrado de protección para la Madre Tierra.
 
Estando juntas y conscientes de nuestro poder femenino unificado, nuestro Amor es un arma concreta, más poderosa que cualquier arma de guerra.
 
Abro en mis circunstancias actuales canales hacia la Gracia Divina.
 
Me comprometo a Ser Guardiana de la Madre Naturaleza, amando y cuidando todo lo que la Diosa ha creado en la Tierra.
 
Me comprometo a mantener viva esta oración día tras día, fortaleciendo el Círculo de Mujeres de Luz.
 
A través de mis actos cotidianos me comprometo a sembrar Amor en la Tierra.
En Amor y Luz
 

Cuando lo que miro no me gusta...



 
Sofía era una niña brillante, o lo que yo entiendo como brillante: era divertida, su presencia y su risa contagiosa era suficientes para tu sentirte mejor, y así lo reconocía casi todo el mundo a su alrededor. Andaba segura de sí misma, desafiando los obstáculos de la vida con una templanza de maestría...
Era un ser tranquilo, amoroso, bondadoso y terrenal. Todo el mundo se quedaba maravillado por la fragancia que desprendía al andar, y su mirada te transportaba a un mundo de magia..
 
 
 
 
 
 
Pero no todo era magia para ella. 
 Otra realidad había en el interior de Sofía,  algo más gris, triste y silencioso.
Lo que ella veía cuando se miraba en el espejo no era tan luminoso, esa era su triste percepción. Dudaba de su valía, su autoimagen se distorsionaba y se sentía removida interiormente al mirarse, y dejó de hacerlo. Esa parecía una solución, así no se sentía tan mal y ella ya se lo montaba para cambiar de conversación si sentía que alguien la adulaba..
Así fue pasando el tiempo, evitando mirarse, controlando las conversaciones y desviando miradas reconocedoras.
 Pero al tiempo, esas personas que veían su Luz fueron desapareciendo. Ella lo notó pero no reaccionó. Y cada vez la gente que entraba en su vida parecía tener menos valores, más juicio sobre los demás, menos corazón.. y Sofía empezó a sentirse sola aún estando acompañada. No paraba de preguntarse que qué pasaba en su vida, que todo le iba de mal en peor, no sentía que pudiera confiar en nadie. Se sentía en un charco de agua turbia.
 
 
 
 
Pero como la vida siempre responde a quien quiere evolucionar, "la vida" le trajo a Sofía un ser excepcional. Una mujer-guía, un ser de Luz consciente en un cuerpo, una mujer empoderada.
Una tarde preciosa de otoño, en una de tantas conversaciones que tenían tomando una infusión, Sofía le preguntó:
- Maestra, como es que esta gente ha llegado a mi vida? No me siento bien con ellos pero no tengo a nadie más y me siento tan sola.. que al menos hablo con alguien!
La Maestra, comprendía perfectamente las emociones de su niña, ya que ella había pasado por eso. Le contestó:
- Sofía, cariño, te has planteado que tal vez esas personas sean tú misma? Es decir, expresiones de partes de ti que no reconoces todavía? Recuerda que el Universo desde la Ley del Espejo: esas personas son tu reflejo de tu desamor hacia ti.
Sofía estaba un poco enfadada en silencio, porque no quería que eso fuera verdad, claro.. y entonces, en un intento de desafiar a la Maestra le dijo..
- Vale, entonces si quito de mi vida estas personas, pueden venir otras más acorde a mi manera de ser, no?
- Me temo que precisamente eso funciona al revés.. Cómo te va a querer la gente si tu no te aprecias en lo que eres?
Cómo crees que puedes a traer a gente que viva en la Luz si tu vives en el desamor hacia ti? Porque te tendrían que querer ellos si tu no lo haces?
 
El día que empieces de verdad a sentir que te valoras, que te Amas en todas tus partes, que sientes que vales la pena, que tu Amor hacia ti es lomás importante..y decidas tus pasos desde ese espacio interior.. entonces Serás la Creadora de tu vida!
 
 
Ese es el Secreto.. como es afuera es adentro y es desde dentro que podemos cambiar. Pero si no te responsabilizas de tus decisiones, de tus sentimientos, del poder que cedes afuera, seguirás en la queja y perdiendo el sentido de la Belleza de la Vida! No podrás conocer tu Poder...
 
 
 
 



Lluna plena o pleniluvi, la feminitat pura..




La lluna representa la feminitat per excel-lència i regeix tot el relacionat amb la dona i l'energia femenina de l'Univers: sentiments i emocions, afectivitat i acolliment, nutrició i poder uterí i tot el relacionat amb l'inconscient.  
La lluna plena  ens permet renovar-nos i renéixer, deixar anar tot el que som i començar de nou en aquest nou cicle que es presenta; és un bon moment per buidar-nos i desaferrar-nos de nosaltres mateixos, del que creiem que som, i veure més possibilitats, nous horitzons i noves maneres de fer, potser novedoses per nosaltres. Ens podem reconstruir i probar de ser allò que ens hem cregut que no podem ser. Podem confiar en la Mare Terra i els altres, l'Univers sap què és millor per nosaltres i estem en cada moment on hem d'estar.
Per tant, ens alliberem de persones, conductes, emocions, creences o situacions negatives per nosaltres.
Es una fase de molta energía, convé ser conscient;  ideal per desplegar la nostra creativitat. Implica un moviment invisible que fa ideal promoure's  o publicitar projectes en aquests dies. Mostrar-nos sociables, oberts, sensuals i atractius ens portarà molta obertura i noves possibilitats en el camí.


Rituals ideals a celebrar amb aquesta energía: posar a favor asuntes legals, obtener èxit i beneficis econòmics, potenciar la creativitat i perfeccionament de projectes, magia d'amor i d'augmentar la líbido, desenvolupar més la intuició.


La lluna plena i l'arquetip femení de la Deessa Mare
Deméter

Si la dona aconsegueix sincronitzar-se amb el ritme natural de la vida, estàs en fase de ovulació. Es un moment de sentir-se plena amb tu mateixa, expandir i obrir-te al món sents i validant qui ets; relaciona't, obre't, presenta't, trenca hàbits, senta't la Deessa empoderada i creadora de la teva vida..



 
Ahó!

YO SOY FUERTE...




YO SOY FUERTE... porque conocí y amé mis debilidades
YO SOY BELLA... porque soy consciente de mis defectos
YO SOY SABIA... porque aprendí de mis errores
YO SOY AMOR... porque sentí odio y lo liberé
YO SOY FELIZ... porque he conocido mi tristeza
Yo soy quien soy, plena libre consciente porque aprendí a amarme como soy

Soy portadora de una larga tradición femenina
Soy creadora, artista, mujer
En mi cuerpo vive el símbolo de la serpiente:
el fluir como la sangre de la vida,
el fluir como el agua de la fertilidad,
el fluir como la danza de la creatividad

Mujeres, hermanas,
somos multifacéticas, somos potencia divina
Creamos nuestros cuerpos,
con nuestras manos,
con nuestra inteligencia,
con nuestros corazones.

Somos cultura, arte, expresión del amor.
Somos el perpetuo manantial de la creación.
Somos.






                                                                                                                    Lily Wolfensberger Scherz..



Grup d'acompanyament al dol, retrobar l'esperança

Grup d'acompanyament al dol


Deixa't acompanyar...

 Perquè on hi ha vida hi ha mort, i on hi ha mort hi ha vida..
Aquest és un espai on pots compartir el teu dolor sense ser jutjat, on aprendràs a  acceptar la mort com un procés natural,  i podrem iniciar una nova vida de plena de colors.

 

El que la oruga interpreta com la fi del món, és el que el seu amo denomina Papallona.
 
La mort és forçosament dolorosa tot I que sempre té un sentit, sempre porta un missatge per els que ens quedem aqui.

La mort és una experiència que pot transformar-se en evolució. Es la possibilitat d'aprendre a transmutar el dolor en acceptació total, ampliar la consciència I la comprensió del que és l'essència humana.

Ara, la vida ens ofereix la oportunitat d'ampliar la nostra consciència sobre qui som, comprendre que la vida és una roda inacabable I que la mort en sí no és un final, sinó un canvi d'estat I de dimensió.I això és assumpte de tots.. 


Sol arribaràs lluny, però acompanyat arribaràs millor...




Acompanya : Ivet Giménez, terapeuta Gestalt

Centre Espai de LLum, Avinguda Joan XVIII, 19.
El Masnou, Barcelona.
Telf  606614173
Telf del centre: 93 555 75 49

Dia : Dissabtes quinzenals
Horario: De 18.00h a 19.30h
Inversió: 20 euros per sessió
 
Dates concretes:
-  13 i 27 de Febrer 2016
- 12 i 26 de Març 2016
- 9 i 23 Abril 2016
- 7 i 21 Maig 2016
- 4 i 18  Juny 2016
- 2 i 16 Juliol 2016
- 30 de Juliol 2016
 
 




 

 
Pino o Pine

Palabra que define esta planta: perdón








Resumen: responde para aquellas personas que siente culpa, que se acusan a sí mismos. Incluso cuando algo les sale bien, siempre podrían hacerlo mejor. Trabajan mucho y sufren por los errores que se atribuyen. Se auto castigan, se censuran sienten mucha tensión emocional y hacen grandes esfuerzos por mejorar su forma de ser. Esto les impide gozar más de la vida. Sienten que no merecen el Amor porque como dice Bach "no han llegado a entender que reprocharse a uno mismo es ir contra la Universal creación de Amor". Se debilitan interiormente por la culpa, y en ese estado el entorno los puede percibir como personas incapaces de hacer con sencillez cualquier cosa porque siempre están acusando de forma equivocada.  La transformación de Pino permite aprender a perdonarse, a aceptarse con sus errores y culpas. Se muestran con más responsabilidad de lo que deciden cargar. Ganan en tenacidad y humildad. Dejan de enfermar por el sentimiento de culpa.
Pino nos recuerda que quien pide perdón es porque se siente culpable. Necesitamos liberarnos de esta emoción y explorar otros campos sin la culpa.
 



Afirmación sanadora:
 
Éste es mi día del perdón.
Me perdono por todo el daño que hice en el pasado, a mí y a los demás.
Me libero de la carga de la culpa y la vergüenza.
Me alejo del pasado y vivo en este momento con alegría y aceptación.
Ellos son libres y yo soy libre.
 
 
Oración de Ho'oponopono (s un arte hawaiano muy antiguo de resolución de problemas):

Lo siento
Perdóname
Gracias
Te amo
 

 
 

Oración para sanar memorias uterinas




Cada noche antes de irte a dormir hónrate a ti misma y honra a tus ancestras, sintiendo infinito respeto hacia ellas por venir antes que tú a esta vida…
(Colocamos mano derecha en el corazón y mano izquierda en el útero)

  
Yo reconozco a la niña que hay en mi
Yo reconozco a la mujer que hay en mi
Yo reconozco a la mujer que es mi madre
Yo reconozco a la mujer que es mi abuela
Yo reconozco a todas las mujeres que habitan en mi
Yo pido perdón a la niña que hay en mi
Yo pido perdón a la mujer que hay en mi
Yo pido perdón a la mujer que es mi madre
Yo pido perdón a la mujer que es mi abuela
Yo pido perdón a todas las mujeres que habitan en mi
Yo perdono a la niña que hay en mi
Yo perdono a la mujer que hay en mi
Yo perdono a la mujer que es mi madre
Yo perdono a la mujer que es mi abuela
Yo perdono a todas las mujeres que habitan en mi
Yo agradezco a la niña que hay en mi
Yo agradezco a la mujer que hay en mi
Yo agradezco a la mujer que es mi madre
Yo agradezco a la mujer que es mi abuela
Yo agradezco a todas las mujeres que habitan en mi
Yo amo a la niña que hay en mi
Yo amo a la mujer que hay en mi
Yo amo a la mujer que es mi madre
Yo amo a la mujer que es mi abuela
Yo amo a todas las mujeres que habitan en mi
Yo honro a la niña que hay en mi
Yo honro a la mujer que hay en mi
Yo honro a la mujer que es mi madre
Yo honro a la mujer que es mi abuela
Yo honro a todas las mujeres que habitan en mi.
 
 
(Hacemos una reverencia, nos inclinamos hacia delante con ambas palmas hacia arriba).
Ahó!

Carta para sanar la relación con tu madre


La relación con la madre es la más significativa en nuestra vida, la base sobre la que se construyen todas las demás relaciones. Con la madre fuimos uno cuando estuvimos en su vientre y luego seguimos íntimamente unidos a ella durante la lactancia. El vínculo con la madre es fundamental para la supervivencia. El niño, la niña, se miran literalmente en la madre, se ven en ella como si fuera un espejo. La madre representa al mundo en su totalidad y lo que de él proviene.

Para la mujer, representa la referencia del modelo femenino que puede reproducir o rechazar, la forma de ser mujer, de vivir la femineidad y de ser madre. Para el hombre va a representar el modelo de mujer por el que se va a sentir atraído o va a rechazar, es decir, que condicionará su elección de pareja y la relación con ella, y mientras no madure, seguirá siendo hijo… de su mujer. En todo proceso terapéutico es fundamental explorar la relación con la madre, con el padre también por supuesto, pero la madre es la que nutre, la que se ocupaba de las necesidades del niño o de la niña, la que daba sostén. Si estuvo presente cuando se la necesitaba, si satisfizo sus necesidades afectivas o si eran ignoradas, si veía a su hijo o a su hija por sí mismos y no como una prolongación suya o una carga.

Todos albergamos en nuestro interior un niño herido que no fue amado incondicionalmente, que necesitó protegerse del dolor por ser demasiado vulnerable. Congelamos muchos de nuestros sentimientos y nos construimos una coraza defensiva para no sentir que no éramos amados como necesitábamos. Para sanar esa herida es necesario tomar contacto con el niño interior, ver dónde y de qué manera fue herido, localizar ese dolor física y emocionalmente a fin de liberar la energía bloqueada.

Conectar con el dolor, la rabia, la culpabilidad, la impotencia, la tristeza, reconocerlo, aceptarlo y de esta manera, empezar a sanar. Al reconocer al niño interior, al tomar conciencia de su vulnerabilidad pueden surgir sentimientos de soledad, vergüenza, carencia, sentirse rechazado en ciertos momentos. Hemos de darle voz, dejar que llore, que exprese sus miedos y necesidades, y también sus partes positivas, los sueños, deseos, intuiciones y creatividad, y abrazarlo todo literalmente.

Hay niños buenos, niños obedientes, reprimidos, asustados, niños que tratan de agradar a su madre, niños que intentan ser perfectos, que niegan sus necesidades, niños que se refugian en la mente y niños que viven en el mundo de Disney para evitar sentir, hay niños rebeldes e insolentes que buscan llamar la atención que no reciben.
Las heridas del niño y de la niña pueden ser por sobreprotección, por exceso de valoración y halago, por abandono, manipulación, comparación, miedo, rechazo, autoritarismo, exigencia, engaño, desconexión, abusos. Ahora bien, y este es el mensaje que quiero trasmitir, las madres tienen también sus propias heridas y carencias de infancia, sus condicionamientos y limitaciones, sus dificultades para amar incondicionalmente y sostener al niño si ella misma no aprendió a sostenerse y valorarse. Una empieza a darse cuenta de la complejidad de la maternidad cuando es madre, o al cabo del tiempo, al reconocer su parte femenina.


Muchas veces se actúa con los hijos justo al contrario de lo que se recibió… y también esto es perjudicial. Necesitamos en primer lugar reconocer nuestras heridas, ocuparnos de ellas y sanarlas, y eso lleva un tiempo. Y también necesitamos perdonar a nuestra madre por lo que hizo o dejó de hacer, perdonar el daño que nos causó sus miedos, su ansiedad, su perfeccionismo, su autoexigencia, su necesidad de quedar bien, el abandono de sus propias necesidades por satisfacer la de otros. Perdonar su victimismo, su tristeza, su actitud depresiva, su dolor no resuelto del pasado, lo que supuso para ella la falta de Amor y comprensión de nuestro padre, sus propias carencias de infancia, tal vez la falta de madre o de padre y otros condicionamientos.

 

Ser capaces de ver el niño herido también en nuestra madre, sus propias heridas de infancia, lo que nos lleva a ser compasivos y aceptarla por completo, más allá de sus errores y limitaciones. Reconocer el bagaje familiar y la transmisión del linaje y comprender que no puede ofrecernos nuestra madre aquello que no tiene, que no le enseñaron o que no sabe cómo hacerlo. Antes o después, y cuanto antes mejor, llega el momento en el que hemos de perdonar, agradecer y valorar lo que nuestra madre ha hecho por nosotros. Tomar lo que de ella proviene como un legado, el que nos corresponde, el que pudo darnos, los fallos y también sus dones.

Cuando lo hacemos nos sentimos plenos y caminamos sobre la Tierra bendecidos y merecedores de todo lo bueno. Cuando no aceptamos, rechazamos lo que ella nos dio, estamos negando y rechazando nuestros orígenes, y eso es negarnos a nosotros mismos, lo que nos confunde y nos llena de dolor. Por un tiempo la rabia y el resentimiento pueden darnos una falsa fuerza, como una especie de arrogancia de creernos mejores que ella. Cuando uno no acepta a su madre no puede amarse ni aceptarse a sí mismo. Aceptarlo todo como fue porque, esa fue nuestra experiencia, ese fue el aprendizaje familiar, lo que nos ha hecho ser lo que somos, nuestro legado completo.

Honrarla y aceptarla como es nos conduce a la paz y a la reconciliación.
Más allá del dolor de nuestro niño herido también está el dolor de nuestra madre y el dolor que nosotros hemos añadido al rechazarla y juzgarla en ocasiones. Un hijo sólo puede estar en paz consigo mismo si se encuentra en paz con los padres, lo que significa que los acepta y los reconoce como son. No es posible decir: “esto lo tomo” y “esto lo rechazo”. Aceptar a los progenitores como son es un proceso curativo en sí mismo, el alma de la persona siente alivio y levedad.




Esta carta es para mi madre de su hija

“Madre, perdóname por fundirte con mis recuerdos, por no distinguir que eres un ser espiritual que amorosamente se prestó a la obra de teatro que protagonizamos en la Tierra.
Perdóname por hablarte de cualquier manera, por desconocer que tenemos un pacto, por herir tus sentimientos a partir de mis propias percepciones. Perdóname por cada minuto en el cual creí que todo esto se trataba de ti y no de mí.
Perdóname por nuestra historia juntas, por pretender cambiarla, por no superarla.
Perdóname porque no me es fácil saber y sentir quien eres realmente, porque a través de ti sólo veo a mi niña lastimada, porque sólo percibo dolor.
Perdóname por querer marcharme de tu vida, perdóname por haberme ido, perdóname por no querer volver a ti, perdóname por no honrarte y no amarte lo suficiente.
Me perdono completamente porque yo no tengo manera de saberlo todo, porque soy tan inocente como tú. Me perdono completamente por mi capacidad latente para lastimar, para resentir, para dañar, para odiar, nada de esto ha sido creado conscientemente, una fuerza interior, una razón, una memoria, una queja, un deseo y mi necesidad de escapar del dolor me impulsó. Yo merezco perdonarme completamente y lo hago ahora. Sin duda alguna te doy gracias porque en un acto de amor consciente o inconsciente me trajiste a la vida, a este mundo que me ha ofrecido todo para que yo pueda conocerlo. Gracias por lo vivido, por las experiencias juntas, por los dolores, por las lágrimas, por las risas, por las ausencias, por las heridas abiertas, por las palabras bonitas y por las que no fueron tanto, todo ello me ha forjado como el ser humano que soy.

Te doy gracias porque existes en algún lugar de mí ser y porque me escuchas ahora. Te bendigo.
Lo siento por las memorias de dolor que comparto contigo, te pido perdón por unir mi camino al tuyo para sanar.

Te doy las gracias porque estás aquí para mí y te amo por ser quién eres. También te amo porque estás en mis recuerdos y porque es el momento de hacerlo, nunca antes lo fue. Estas palabras surgen, nacen, brotan y florecen en mí ser cuando el tiempo de mi mente es perfecto, el amor me busca ahora y me reencuentra contigo, yo elijo estar en paz contigo, yo soy esa paz en ti y en mí. Yo soy paz. Yo honro mi vida y la tuya tal como fue, tal como es. Yo hago una reverencia ante tu ser de luz que es quien yo soy.
Hecho está. Gracias, gracias, gracias…

Lo debes hacer sin interrupciones, y no te puedes levantar ni distraer hasta que termines, lo tienes que realizar enfocada y haciendo total conciencia, tienes que leerlo al mismo tiempo que lo escribes para que te estés escuchando. Puedes prender una veladora blanca y poner un refractario hondo de vidrio con 3/4 partes de agua y prender un incienso que te guste. al terminar tu carta la quemas con la flama de la veladora y las cenizas deben caer en el agua del refractario, puedes usar unas pinzas para no quemarte, al finalizar haces un hoyo en una maceta o en el jardín, hechas allí las cenizas con el agua, plantas alguna planta o flor que te guste y la veladora la dejas que se consuma y terminas comiendo algo dulce. Los cambios toman más o menos 21 días.

Soy Espiritual.