La negatividad es resistencia

 
 Todos pasamos por etapas de negatividad. Nos embargan emociones negativas por el trabajo, porque discutimos con alguien y nos quedamos con un mal sabor de boca, a veces incluso creemos que nuestra vida es un sin sentido, que no vamos a ninguna parte y eso nos causa frustración, confusión, agobio, sentirnos perdidos...Pero seguimos ahí. Parece que entremos en ciclo y puede que nos consuele pensar que en la vida todo son ciclos y que para bien o para mal, todo acaba.
 Es cierto, el cambio es la única constante en esta vida.



Pero es nuestra responsabilidad salir de ahí, y es interesante para nosotros intentar salir del mejor modo posible. Suele ser un paso un tanto doloroso, de ahí a que nos ingeniemos fantasías para evitar el dolor de afrontarnos a nosotros mismos, a nuestra sombra. A esa parte que también somos, pero que no nos gusta. Resulta difícil aceptar que somos envidiosos, celosos,manipuladores, intolerantes,orgullosos, y niños inmaduros que culpan al entorno de los que nos ocurre....pero es ahí donde hay que llegar.
Para eso hay que parar y sentarse frente a uno mismo. Ver sin juzgar pero sin eludir nuestros actos y nuestras emociones negativas. La mirada debe ir primero hacia dentro para poder observar afuera y lo primero que hay que aprender es a NO JUZGAR. Si nos sentimos mal, nos conviene observar que está ocurriendo en nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y cuál es la emoción que vibra con eso que nos molesta. Sin juzgarnos y ni engañarnos, al menos ser sinceros con nosotros mismos, aunque sea en secreto.. Es nuesta intimidad, tenemos derecho en nuestro propio mundo a ser como somos y a sentir lo que de verdad está pasando.
 Si nos observamos y nos respiramos podemos sentir lo que de verdad nos está pasando, y podemos comprendernos más y de ahí, a ser más compasivos con nosotros mismos. Vemos claramente el juego de nuestro ego, y sentir como nos resistimos a sentir. Este paso es importante, ya no hay lucha. Desde aquí nos es más fácil bajar la cabeza frente a nuestra sombra y aceptar que eso también soy yo. Ahora puedo cambiar algo. No se trata de cambiar nuestra manera de ser pero si de liberar todo aquello que nos ata a esta negatividad. Dejar de competir con nuestra sombra, darle un lugar es la única manera de poder ver nuestras virtudes. 

No emanamos amor si estamos encerrados en nosotros mismos.
No nos quieren si tenemos miedo a querer.
No nos sonrien si no sonreimos.
No se nos acercan si no nos acercamos.
No nos comprenderán si no nos abrimos al otro.

Si nos hacemos daño, acabamos dañando..

Vale la pena que no nos creyamos lo que pensamos, ni que tenemos la razón. A menudo nos pasa que estamos tan seguros de nuestra razón que no dejamos lugar a otra perspectiva que puede ser válida. Eso no quiere decir darle la razón a todo el mundo, ni pensar que no somos capaces de tener criterior propio. Hay que distinguir claramente esto. La cabeza dice una cosa pero nuestras entrañas y nuestro cuerpo pueden estar en lo opuesto. Para saber lo que realmente es cierto o válido para nosotros hay que respirarse, vaciar la cabeza y sentir que algo vibra. Ahí no hay error porque cuando realmente sentimos aquello que es para nosotros, no hay duda. Y eso la cabeza no nos lo permite saber, está demasiado condicionada por aprendizajes, educación familiar, contexto social, experiencias previas no cerradas; el superego que diría Freud o el "perro de arriba" que diría Perls.

La meditación es un camino, una vía que nos permite soltar las resistencias que falsamente nos sostienen. Es el espacio para nuestro Ser completo, es un acto de responsabilidad hacia nosotros mismos. Es la posibilidad de saber las cosas sin pasar por la cabeza, de ver más posibilidades sin usar los ojos, de conectarnos hacia nuestra Verdad. Es un placer que nos merecemos vivir.Es una manera muy compasiva de enfrentarnos a nuestros miedos y de soltar nuestras resistencias..  Nos permite un espacio para vaciarnos, soltar lo viejo para llenar de algo nuevo. Eso es la fluidez, la NO resistencia, permitir que el cambio se de sin forzar la dirección ni manipular la salida. 

Porque no hay ningún lugar al que llegar, sólo hay que recordar aquellos que en realidad ya somos..


Feliz camino de luz!
Namasté.